viernes, 27 de julio de 2012

POEMA PARA EL AMANTE

De repente el silencio se abre,
lo mismo que se aparta la niebla
con el soplo del viento,
y deja paso a un camino claro
en el que una cascara de arroz 
puede brillar mas que el sol.


Las palabras pierden su medida:
los "te amo" a media voz,
los "eres mi vida", es un dialogo
torpe, jubiloso, vergonzante. 




La ternura borra por un instante
tantos cuerpos conocidos
con prisa y sin deseo. 
Como un placer prohibido
regresa la esperanza:
otra vez a la esperanza 
de que el teléfono timbre
o una carta o solo la espera. 


María Mercedes Carranza 

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